Nuestros amigos atrapados en los años cincuenta nos invitaron a salir un sábado. Siempre he querido vestirme como Carlos: guayabera-kakis y un Dodge con aletas. El club-hacienda-cafetalera-de-mil-setecientos era extrañamente plano para su ubicación en Lomas de La Lagunita (Ovidio dice que eso se conecta por detrás con Macaracuay, yo lo he visto en Google Earth). […]

