Era una tipa gorda. Gordita y llanera, pero con esa circunferencia facial que delata a los andinos. Recuerdo eso y otra cosa: Afortunadamente para ella, en esa placa de pietri, ese cultivo parias que es la Universidad Simón Bolívar, tenía un novio que la quería. Me saluda en el aeropuerto. ¿Cuánto tiempo? ¡Toda la vida!, […]

