Emigrar es una putada. Justo cuando aprendes qué es un benjamín, te toca irte. Al día siguiente te encuentras en la ferretería tratando de explicar qué es un dado de rachet, o qué significa “marcador” y no puedes usar las palabras-comodín —“bichito”, “vaina”, “cosa”— que te sirvieron para aprender esos nombres en primer lugar. Estás ahí […]
