afinidades electivas

La quema (2012) – Famasloop

Famasloop continúa su ejercicio de sincretismo y produce el único disco de pop/rock venezolano que guarda algún tipo de relación con el lugar de origen, desde Casa 4, su disco anterior.

La música venezolana siempre ha sido un deporte de evasión, pero nunca tanto como durante el chavierno. Los rockeros andan pendientes de otro mercado y los artistas de música tropical son empleados públicos que construyen el soundtrack del ritual satánico en el que pueblo y gobierno se «encuentran». La cosa está tan mal que los raperos son los únicos interlocutores válidos con la realidad. Por eso algunos temas de «protesta» de La Quema destacan como llagas pululantes. Reinterpretar Por estas calles, poner en evidencia que hemos perdido 20 años de país, con ese estilo así hecho el güevón, es un acto subversivo.

La vaca indefinida es una patada en el culo a todos los esclavos de la tiranía mediática (todos los venezolanos). Imaginar es uno de los mejores temas del único disco en el que los Caramelos de Cianuro se sentaron a pensar. Fue una agradable sorpresa encontrárselo aquí y de paso interpretado de la manera correcta: por una voz femenina. La lucidez de las baladas, en especial Canuto y Canito, hacen que por momentos olvide el problema que tengo con la voz de Alain y esa idea de que estoy escuchando un disco raro de Café Tacuba (aunque parece que soy el único maniático al que le molesta que la gente no cante con su propia voz).

Pero para mi lo más relevante de este disco es The Choro Dance. No sólo por la participación de Onechot, de vuelta de la muerte, ni por la letra que es durísima, sino porque es un caballo de troya para la incorporación de la changa tuki al lenguaje del rock venezolano. Finalmente, luego de tantos años. Si algo necesita la música venezolana son más temas producidos por Pacheko y Cardopusher.

Puedes bajarlo en el sitio de Famasloop. Aunque yo te recomiendo que lo compres (y vayas a los toques).

 

 

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