afinidades electivas

Crashpr0n

Picture 2

Casi siempre que manejo, trato de imaginarme cómo será el choque que mutilará mi cuerpo. Sé bien -me he documentado al respecto- que esos accidentes son tanto inesperados como insólitos. Sé también que mientras ocurren el tiempo se dobla, los choques siempre son eternos. Bullet Time, le dicen después de Matrix.

La primera vez que vi Crash, de Cronenberg, era lo suficientemente inocente como para pensar ‘que gente tan rara’, apreciar la historia como un asunto puramente de ficción, por supuesto con la doble intuición de que el mundo estaba lleno de emprendedores y por otro lado que debe ser difícil ser creativo en el sexo después de un tiempo.

Fast forward 10 años. Encuentro este video de choques, capturados por una cámara de seguridad dentro de un túnel en alguna parte de Rusia, y animados con el soundtrack que algún perverso afín decidió colocarle.

Y si, me resulta entretenido hasta el punto de que al rato es que caigo en cuenta de que probablemente alguien murió en alguno de esos choques. ¡La destrucción! Nos maravilla la destrucción. Las tragedias filtradas por CNN siempre serán mejores que la programación de Discovery Civilization porque en el fondo nos atrae la muerte y la posibilidad de echarle un vistazo en la pantalla. Snuff, le decían en los noventas; cuando había moral en la internet. Hoy en día todo es -simplemente- pornografía.

Salir de la versión móvil