Hoy, por primera vez en años, pasé más de una hora seguida jugando un juego de aventura. Pensaba que no pasaría más nunca, que era una etapa que había superado, que ya no tenía la capacidad de concentrarme —¿entregarme?— lo suficiente como para dedicar veinte horas a resolver acertijos intrascendentes, explorar todas las puertas, y […]

