afinidades electivas

LAI (o de cómo dejé la cámara en el carro)

Siempre te tuve envidia por aquél concierto en Amsterdam (entre otros, claro) y había aceptado que la imposibilidad de igualarlo era un hecho de la vida… hasta hoy.

Regreso del primer Poliedro de LAI. Los amigos con sus amigos, un concierto para cinco mil personas.

De paso, es sólo mi segundo concierto de LAI. Me salva, o no, la presencia en aquél mítico primer Nuevas Bandas en el CELARG.

El tipo que estaba poniendo la música lo hacía tan bien que la vaina parecía un bar con las luces prendidas. Los amigos entraron con Ultrafunk y de allí en adelante nada que tú no sepas, salvo cuatro escenas:

Observé cuidadosamente quiénes saludaron a Cheo al salir de escena, nota mental para saber cuáles son artistas a respetar y cuáles son prostitutas del aplauso. Me reservo la lista, PPIeI, pero Spiteri es un caballero.

Un disco-concierto imposible de hacer en otra parte. Quizás una de las únicas cosas que atenúan la vida en este lugar de mecha corta es que a veces algunos se permitan des-emigrar y armen un evento con el talento de los que se quedaron.

Anexo las fotos. El subconsciente me traicionó y dejé la cámara en el carro. Estas son del celular más peorro posible.

abraxas,

dp./

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