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manual de bolsillo para enfrentar el afrocubismo

Este es un post invitado de Orlando Verde (O.). Columnista de panfletonegro desde 2001, O. lleva una vida modesta y relajada como DJ, locutor, cineasta e ingeniero. Su blog, abouttheshuffle es un ejercicio trilingüe de música, política, cine y asombro:

aunque peter gabriel fue quien le dio el soplo de vida (comercial) a eso que se suele llamar world music (a traves de Real World y WOMAD), es quizas ry cooder quien mas efectivamente ha materializado el concepto.

despues de haber explorado las raices africanas del blues con ese discazo que es talking timbuktu, junto al difunto maestro ali farka toure, ry cooder es contactado nuevamente por nick gold, productor de World Circuit (label britanico de vasta historia que comienza con la cantante y folklorista cumanesa María Magdalena Rodríguez, antes de que Real World fuera creado), quien le encomienda una mision que todos conocemos: ir a cuba a buscar a viejos maestros del son cubano y grabar un disco.

la idea era un paso logico: la orchestra baobab de senegal, cuyo genero suele definirse como rumba jazz, un genero que coincide con los ultimos anios de la colonia en varios paises del africa central y occidental, ya era parte de world circuit desde la re-publicacion de esa perla llamada pirate’s choice y asi como antes se habia ido a buscar las raices del blues a mali, ahora habria que ir a buscar las raices de la «rumba jazz» a cuba. o buscar las raices del son cubano en mali, segun convenga.

bassekou kouyate, maestro del ngoni (una especie de laud de tres o cuatro cuerdas), entre otros musicos de africa occidental, debian reunirse con cooder en la habana. cooder pudo evitar el bloqueo americano volando a traves de mexico. pero los africanos tuvieron poblemas de visa y no pudieron asistir al encuentro. puntillita, cachaito y ruben gonzalez eran algunos de los contactos que ya estaban asegurados por el lado cubano. y como todo estaba listo, cooder y los demas salieron a la caceria de lo que habian sido las estrellas del Buena Vista Social Club. o bueno, asi se nos suele contar la historia.

de entre tanta resurreccion, una figura resalta sin restarle protagonismo a compay segundo, a ibrahim ferrer o a omara portuondo. esa figura es la de eliades ochoa, quien, como los demas, sigue produciendo para world circuit.

tanto cuba como mali se convierten en las divas del «world music» de los ultimos diez anios. por un lado ferrer, cachaito, ruben gonzales y compay segundo hacen musica literalmente hasta que la muerte los sorprende. incluso se publica ese producto bizarro titulado «Rhythms del mundo» del cual no hablare para no meter en problemas al duenio del blog. por el otro lado, damon albarn presenta Mali Music (esa joya co-protagonizada por afel boucum y toumani diabate, colaboradores frecuentes de farka toure) y muestra el lado cool de la «cooperacion norte-sur», dandole tambien un espaldarazo a proyectos vecinos como el Television de Baaba Maal y mas tarde, con The Good, the bad and the queen, a Tony allen y la movida afrobeat…

Nick Gold, por su parte, sigue dando pasos logicos: ahora hay que hacer colaborar a Mali y Cuba.

AfroCubism es el resultado de esa «cooperacion sur-sur» (Cooder no forma parte de la ecuacion esta vez).

desde el primer track se deja en claro de que va la cosa: jazz.

recuerdo que durante una conversacion con el pratt sobre la gira de reunion de The Police, su comentario mas resaltante fue acerca de cuanto habian crecido sting, copeland y summers como musicos. eso es lo primero que se respira cuando oyes el primer tema del disco: esto no es un disco, es el registro de una convencion de maestros. con la mision clara de elevar aun mas el status de esa frecuentemente denigrada subcategoria que es el world music, de presentarnos algo inclasificable. «if you don’t know what it is, it must be jazz»…

On AfroCubism I’m not playing Cuban music and the Cubans aren’t playing African music. We’ve put together and made new music.
-Toumani Diabate sobre AfroCubism en Songlines

aunque la presentacion del disco esta programada para octubre, afinidades electivas presenta, pues, un review de AfroCubism. en primicia mundial :-)

de los catorce temas del disco, quizas lo mas impactante es la seleccion de Guantanamera para el cierre. y no se como funcione eso para el resto del mundo, pero para mi fue una especie de tension que se hacia mas fuerte mientras avanzaba el disco. por que Guantanamera? por que cerrar con el tema mas cliche del caribe musical cuando se presenta una oportunidad tan unica?

la exploracion empieza con Mali Cuba. un solo tras otro de instrumentos y estilos nos hablan de musica que nacio en africa, que viajo a cuba, donde crecio y se transformo para luego regresar al congo, a senegal, a esa rumba jazz que co-protagonizo la independencia, que nos suena tan familiar y a la vez tan lejana, y que ahora se reinventa a traves de ese dialogo sonoro.

la inspirada interpretacion de al vaiven de mi carreta no solo se debe a la voz de eliades (que transmite una soledad capaz de transportarnos a un horizonte limpio y lejano), sino tambien a la intervencion del ngoni donde uno habitualmente se espera un tres, el protagonismo que recibe el balafon, los solos de la guitarra electrica que nos remiten al borde del Sahara. la voz de un griot no sorprende tanto, precisamente porque tanto el cante jondo como el blues del desierto y el son cubano tienen en algun lugar de la historia un ancestro comun.

karamo es el turno de entregarle a los clasicos del africa occidental el sabor del caribe. la percusion y el contrabajo sirven de base para la kora virtuosa de toumani diabate. uno casi se puede imaginar las sonrisas de quienes comparten el cuarto y son testigos de un duelo tan exclusivo cuando eliades toma la guitarra.

djelimady tounkara deja en claro con su rumba que tras la muerte de farka toure aun queda quien interprete la guitarra con un virtuosismo comparable. solo al final entran los vientos, en lo que me parece es la unica aparicion de metales en todo el trabajo (si no me traiciona el oido, tras anios de tinnitus persistente).

la culebra es una ruptura interesante y ludica en el disco. despues de haber oido tantas versiones aceleradas se agradece el jugueteo con el cha cha cha que le imprimen los afrocubistas.

jarabi es claramente el final del primer segmento. cada version de jarabi ha sido genial. y esta no tiene nada que envidiarle a las versiones de toumani, de ketama o de cualquier folklorista subsahariano.

dos temas conforman una especie de intermezzo: un solo de eliades ochoa y dakan, una especie de descarga de ngoni, balafon y percusion.

si hay una debilidad en el disco es no poder seguir sorprendiendo con la misma tenacidad despues del intermezzo. el disco no es menos bueno despues de la mitad, pero tampoco crece (salvo, quizas por para los pinares se va montoro)…

pero, como en una buena pelicula de suspenso, mientras AfroCubism avanza, pista a pista uno no deja de pensar que al final de este viaje esta la Guantanamera. la imagen oscura de jose feliciano a la cabeza de toda una generacion de «charm singers» que utilizaban Guantanamera para darle un toque «exotico y picante» (you know?) a su show, se apodera del firmamento y vaticina mal tiempo.

y quizas la grandeza de este disco sea precisamente el final. devolverle a Guantanamera su status de «standard». AfroCubism coloca a Guantanamera al lado de Caravan, de Tin Tin Deo, de take five, de temas legendarios que hay que interpretar con respeto y solo cuando se tiene algo que agregar, cuando se esta seguro de alguna variacion inteligente.

invitados, música

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O.

apasionado por el cine y las formas menores de la literatura. melomano mestizo y carajito consentido.

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