afinidades electivas

Técnicas de divulgación artística para redes sociales

(para todos mis panas escritores, pintores, escultores, músicos, diseñadores y freelancers).

graph-1

¿Arte?

Si eres un creador o artista y te interesa la divulgación de tu trabajo, supongo que reconoces que una parte de tu tiempo debe ser invertida en esa –a veces– prosaica labor de promoción.

Parece ser cierto que, dentro de poco, un buen porcentaje (digamos, más del 30%) de tus potenciales lectores/clientes/consumidores, obtendrán sus noticias a través de las redes sociales. A medida que este fenómeno se consolide y las redes conecten a mayor cantidad de consumidores con artistas, el cuidado de tu identidad en línea se volverá tan o más importante que forjar un nombre en el mundo físico.

Así que, independientemente de lo que pienses acerca de perder en tiempo en MySpace, Twitter, Facebook, QZone, Friendster, Orkut, o LinkedIn, una realidad inescapable es que parte de tu trabajo como artista será promocionarte dentro de la red social que este vigente para el momento.

Estas recomendaciones aplican para los fenómenos que están al corriente en Mayo de 2009 en Hispanoamérica: Twitter y Facebook.

Facebook

¿Qué es Facebook?

Twitter

¿Qué es Twitter?

Redes sociales en general

Blogs

No soy tan osado como para dar recomendaciones para bloggear, pero si para sugerir algo acerca de los títulares:

Tres ejemplos venezolanos:

Siéntanse libres de colocar más ejemplos en los comentarios (se vale mencionar a Los Amigos Invisibles).

Creo que ni una de estas recomendaciones es opcional. En el presente, si eres un artista, o un generador de contenido de algún tipo, y buscas colocarte en algún nicho, es necesario que sepas cómo divulgar tu obra y proteger tu nombre. Recuerda: en un mercado global estás compitiendo contra cientos de millones de artistas (entre los que debemos destacar a los hiper-capitalistas Chinos, Indios y Brasileros) que si están interesados en promocionar su talento.

Si eres de los que produce arte para el consumo propio, suerte con eso. Si no lo eres, pero tampoco crees en esa cosa que mientan «La Internet», siempre puedes irte por la ruta del viejo Rainer Maria y encerrarte en un castillo. Quizás luego de un siglo, esa táctica siga funcionando.

Salir de la versión móvil