Starring the Computer es un sitio web bien actualizado que mantiene una lista de todas las apariciones de computadores famosos en el cine y la TV.
En la foto, Ethan Hawke y River Phoenix conectan una Apple //c, mi primera computadora, pieza instrumental en ese festin para jóvenes nerds que fue Explorers.
Llegué aquí gracias a este artículo en Wired que tiene una buena colección de computadores famosos en el cine. A su vez, el artículo tiene un link a The AN/FSQ-7 on TV and in the movies, un sitio web que reúne todas las apariciones del AN/FSQ-7, el mainframe más famoso y a la vez más anónimo de la historia. Si viste alguna película en la que aparecía un computador con luces, botones y switches, probablemente fue alguna AN/FSQ-7 decomisionada y vendida a Hollywood.
Rubén Rojas Gratz ha escrito un post significativo en el que te invita a hacerte las preguntas necesarias para saber si emigrar de Venezuela es para ti o no. Para saber si eres parte de la cultura venezolana:
Me refiero a la cultura real, a la idiosincrasia cotidiana, a lo que ves cada vez que sales a la calle. A la cultura del manejo por el hombrillo, de los gestores, de los buhoneros libres y los comercios acosados, de la rumba en el porche de tu casa los sábados en la noche y de la machito metida en la arena con ritmos latinos a todo volumen. Hablo de la cultura del rebusque, del asesinato de tigres, de las colas, del matraqueo. Del si tu fueras hijo del presidente te gastaras esos reales igual, del ¿Y a mí que me interesa que busquen dinosaurios en el piso cuando hay tantos problemas en los barrios?
A la cultura de los cupos CADIVI, de los raspacupos, y de los bien bueno que están jodiendo a esos raspacupos que están arruinando al país.
Si no te sientes parte de esta cultura, tienes todo el derecho de buscar otra. Sensato.
Como inmigrante, yo no sé si existe una cultura en la que me pueda sentir completamente cómodo y del lugar. Pero si sé que existen lugares en los que puedo vivir según lo que creo y nadie va a criticarme por ello. Esto me parece obvio ahora, pero no me lo parecía hace unos años.
Rubén también ofrece un poco de sabiduría de inmigrante:
(…) sin embargo, de la misma manera es importante no despreciar las costumbres establecidas en ese país donde elegiste rehacer tu vida. No esperes que te reciban con los brazos abiertos, no esperen que te consideren una eminencia, no esperes que se esfuercen por comprenderte o adaptarse a tu modo de ver las cosas.
Fuiste tú quien los eligió a ellos, no ellos los que te eligieron a ti.
Este es prácticamente el credo de Mónica. Lo hemos hablado un montón de veces y es una de las cosas más útiles que puedes aprender si te vas de tu país.
Esta persona de haberse quedado, obviamente hubiera utilizado estos conocimientos para desarrollar el país, como miles de otros quienes emigraron hubieran también podido hacerlo. Pero no, ahora su contribución será para el imperio (en este caso puntual) y para muchos otros países, porque en Venezuela no podrán hacerlo, y esa, es la tragedia: El país no echo pa’lante no porque no tuvo los recursos ni las ganas, sino porque tiene un lastre gigantesco que se lo impide.
Yo agregaría que una de las grandes tragedias de Venezuela fue perder a mucha gente como Elgrang, o Juan Carlos: optimistas natos que además hacen cosas para que ellos y su entorno progresen.
Trent Wolbe canaliza a Hunter S. Thompson y se lanza una de miedo y odio en Los Santos, la ciudad ficticia del universo GTA. La mejor reseña de un «juego» trascendental en múltiples niveles.
Mi parte favorita:
Instalé el juego en una tarjeta microSD con USB. SI no has visto una antes, es un pedazo risiblemente pequeño de silicio: si todo Los Santos cabe en un chip más pequeño que la uña de mi dedo meñique en 2013, ¿cuáles, exactamente, son las probabilidades de que no estemos viviendo en un juego de época programada por Rockstar Marte en 3013?
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.