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Gatinha

Cada vez que escucho el homónimo de Gal Costa, trato de imaginarme cómo sería escuchar ese disco en 1969. Una grabación de canciones románticas con arreglos experimentales, un disco volador de una gatinha que grita-gime-ronronea irresistiblemente sobre el solo de guitarra.

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Cuando reinventarse no es un lujo

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