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Mi 2017 en música — 2 de 2

2017 musica 2

Resumen a lo We Didn’t Start The Fire

Julio: No one knows me like the piano at my mother’s home, Paradis+Metronomy+La Femme en Montreux, Thundercat.

Agosto: Is it lost on you? Feist,  Jupiter & Okwess, Lana del Rey, Bad Bunny.

Septiembre: Autovía del Cantábrico con Slowdive, Spoon, Stranger’s Kiss de Alex Cameron, Father John Misty, Charles Bradley, Phoenix, American Dream de LCD Soundsystem.

Octubre: Tom Petty, The National, The King of Tears.

Noviembre: War on Drugs, Fleetwood Mac, Caetano Veloso, Honus Honus.

Diciembre: Fazerdaze, Action Bronson, Velaskez yo soi guapa, Four Tet, Cut Copy, Björk, Charlotte Gainsbourg y Morrissey.

Puedes leer Enero-Junio, la primera parte de esta lista, siguiendo este link.

Playlist completo de 2017 en Spotify

Julio

Charo, del Me mata si me necesitas, de Quique González.

Malasombra del Lluvia y Truenos, de The New Raemon con McEnroe.

Estuve una semana coreando I swear they smell the blood on me, del Process de Sampha. Vinz dice que «(No One Knows Me) Like The Piano» es una de las canciones más hermosas que ha oído en años.

Mónica me regaló una entrada de Paradis+Metronomy+La femme, un triple-header en el Jazz Lab de Montreux.

Paradis hace la sección rítmica en vivo. El vocalista suena como en el disco. Me extrañó que abrieran con Instantané y Recto Verso. No solo porque estaban siguiendo el tracklist del disco, sino porque no iban a dejar temas conocidos para después.

En medio del concierto, me di cuenta que en la lista anterior había olvidado de mencionar a la fête de la musique y lo mucho que bailó M en la presentación de Bric à Brac Orchestra en Gex.

Luego de Caché dans un miroir, el vocalista tomó los segundos teclados y el Jazz Lab se transformó en una discoteca. Por eso estaban quemando el disco al principio del concierto, estaban apurados para deshacerse de los temas lentos y desenrollar una energía que no queda registrada en el disco.

El Jazz Lab es donde ocurren siempre este tipo de conciertos. En la antesala hay un cartel que reza «Zona de recuperación auditiva» y siempre me hace sonreír. Hay también una instalación del Montreux Jazz Digital Project, el proyecto de digitalización del registro musical más importante del mundo. Quedé impresionado por la calidad de las grabaciones. 5000 conciertos, 11000 horas de video, un verdadero tesoro.

Cuando volví a la sala me di cuenta de que han tapado el logo del festival con el escenario de la próxima banda. Fue la primera vez que lo vi algo así.

Metronomy abre con Back Together. El tom tom va a reventarnos los tímpanos. Como señal de que estoy muy viejo, retrocedo unos 10 pasos. Es también la primera vez en mucho tiempo que me duelen los oídos. He debido coger uno de esos tapones que te regalan en la zona de recuperación.

¡Ayayay! ¡Brown notes!

Voy a sufrir daño auditivo permanente. Pero es el único volumen al que deben oírse Metronomy.  Conté 5 temas sin pausa. Me hace pensar que lo que estoy oyendo es también resultado del jazz. En ese sentido, el nombre de este festival es un golpe de genialidad porque, desde que el rock es rock, todas las bandas relevantes han tocado en el festival de Montreux. Es un festival de Jazz y sus derivados que, en esencia, es cualquier tipo de música contemporánea. Un festival diseñado para todas las edades y por eso es más que económicamente viable. Siempre está lleno.

Metronomy en vivo es una monstruosidad. Es todo lo que esperaba y más. Los teclados verticales para mostrarle las manos al público, la baterista con el cerebro echando chispas mientras hace el coro sincopado de Corinne (y si, qué genial es Anna Prior), esa acrobática línea de bajo de Love Letters y un intro de epic heavy metal para The Look; una serie de ardides que revelan la personalidad obsesiva de Joseph Mount, uno de esos tipos difíciles pero geniales para los que la banda, una banda de este calibre, no es más que un accesorio para las giras.

La Femme es el rock. Me daba curiosidad que iba a hacer ese gentío en escena. Primero conté 7 y luego 9 personas en tarima. Una pared de sonido arrolladora.

U2 meets Goyte en J GRGRY, la banda más interesante que escuché en Julio

The Long Winters se reunieron de nuevo. Me gusta como suena esa versión de Carparts al comienzo del video.

Sufjan Stevens, Nico Muhly, Bryce Dessner, James McAlister hicieron una superbanda y grabaron Planetarium, un álbum inspirado en el sistema solar que, por virtud de que Stevens es el vocalista, suena como otro disco suyo.

Paradis, de Alexia Gredy, es una de mis canciones de verano. Me gusta la propuesta de como debe sonar el surf en 2017 y este video en Le Mans es exquisitamente francés.

Thundercat fue instrumental en la creación de lo que hoy conocemos como el sonido de Kendrick Lamar… y el de Flying Lotus… y el de Childish Gambino. Básicamente ha estado en la lista de personal en la mayoría de los álbumes más importantes de R&B de los últimos 5 años. Si oyes algo que suene a los 70s en cualquiera de esos discos, seguramente Thundercat metió la mano. Las armonías que hace con la voz me juegan porque me recuerdan a mi infancia.

Agosto

Lost On You, de LP, es una canción que se acerca a la perfección. Es un giro brillante que el coro pase de la pregunta, a la aseveración y de nuevo a la pregunta. ¿Todo eso se perdió contigo? —Sin embargo, el tema donde LP muestra su poder como arreglista y letrista es Other People. «You broke the spell and wanted something else / Well, go fuck yourself with other people» es una frase muy eficiente y ese silbido old-school es abso-fuckin-lutamente genial.

Delvon Lamarr Organ Trio me recordó a mis días de Jimmy Smith

Ofakombolo, de Jupiter & Okwess

Pleasure, de Feist, es un disco muy natural y crudo. Como si hubiese sido grabado por una prima lejana de PJ Harvey en su era de Stories From the City. El track homónimo rompe en un momento inesperado con un ataque de guitarras sucias que abre el resto del álbum a múltiples posibilidades, lo libera para moverse por momentos musicales divertidos y sorprendentes. Mis temas favoritos son A Man Is Not His Song, con su outro metalero, y Century, un tema al que es difícil entrarle en el que Feist se saca de la manga a un Jarvis Cocker en modo Vincent Price, apoderándose de la canción cuando creías que se había acabado. Además, el coro es un fantástico relato sobre como encontramos a esa persona en nuestras vidas: «alguien que te conducirá a alguien / que te conducirá a alguien / que te conducirá al único / al final del siglo».

En Lust for Life, Lana del Rey se consolida en su nicho: canciones lánguidas cantadas con elegancia. Una apariencia que a veces es perforada por imprecaciones, Bitch! y Fucks! que cuadran perfectamente como las consecuencias inevitables, las válvulas de escape de este personaje tan calculado.

Get Free, el último track, es una rara apropiación del Creep de Radiohead.

Krippy Kush es un tema para el final del verano. Para fumar al final del verano. Otro más en una impresionante secuencia de éxitos de Bad Bunny que puede ser rastreada hasta Soy Peor, el episodio Drake de Bad Bunny: un tema muy bien producido que marca el momento en el que el trap se convirtió en el presente de la música latina.

Septiembre

Plácido dice que el nuevo disco de Slowdive es ideal para escucharlo mientras manejas por la Autovía del Cantábrico. Música para reconsiderar las historias de tu vida una tarde lluviosa a final del verano. «Put it all behind you / Put it in a song, yeah / I don’t want to / know about it / Put it in a corner / Somewhere I can’t find it / I don’t want to think about». Ellos fueron los inventores de ese sonido. Una facción disidente del shoegaze que le dio pie a un montón de bandas como Sigur Rós, Beirut y Beach House. Totalmente inesperado, este es uno de los discos que más he oído este año.

I Ain’t the one, del Hot Thoughts de Spoon, es casi un blues cantado por Nina Simone.

Mi otro tema favorito es Pink Up, que parece un tema de Caribou. No se me escapa que los dos temas que me gustan son esos en los que Spoon suena menos como Spoon. Quizás lo que me llama la atención es que son los más… ¿experimentales?

Via KEXP me enteré de Algiers.

Pedazo de vídeo este de Stranger’s Kiss de Alex Cameron.

El comienzo de Pure Comedy, de Father John Misty es un abreboca del comentario social que nos espera en el resto del disco: «The comedy of man starts like this / Our brains are way too big for our mothers’ hips / And so Nature, she divines this alternative / We emerged half-formed and hope that whoever greets us on the other end / Is kind enough to fill us in.»

Mientras más le presto atención a las letras, mejor me cae este pana. En algunos momentos, Tillman es capaz de rasgar el velo del estrellato y cantar lo que piensa de verdad. Algo que se hace evidente en Leaving LA: una épica deconstrucción del personaje Father John Misty que se transforma en una mordaz crítica de sí mismo. Y otras veces, como en Total Entertainment Forever, es… bueno, pura comedia.

Gated Reverb, el sonido de los 80s

Murió Charles Bradley y los tipos de la Blogotheque, publicaron este video

Ah, verdad, Phoenix

Mi primera impresión del Ti Amo de Phoenix fue asco. La compresión de audio se nota demasiado. Pensé que eso podía sonar bien en 2009 pero no en 2017. A la tercera o cuarta oída fue que comencé a encontrar belleza en este pop desvergonzado, en la parodia —voluntaria o no— de una banda de europop de los 80s, en las enumeraciones, diálogos y palabras aleatorias en italiano, que es exactamente lo que provoca hacer luego de un verano corto pero trascendental en Italia.

Esperaba mucho más del American Dream de LCD Soundsystem, y es culpa mía. Ese concierto en 2016 cambió la forma como pienso sobre mi mismo, me ofreció un asidero para sobrellevar los 40s. En ese sentido, es más que obvio que mi tema favorito del disco sería I Used To, porque «I used to wait all night for the rock transmissions» y «I’m still trying to wake up».

Mención especial para Emotional Haircut, que es el sueño realizado de cualquiera que alguna vez soñó con tener los cojones para atreverse a reinterpretar Jump Into The Fire, de Nilsson.

Feel it Still, de Portugal The Man, es un gran tema, con una pegajosa línea de bajo y una brillante apropiación de Mr. Postman que terminan dándole un toque de glamour de finales de los 60s. Nada casual para un disco que se llama Woodstock.

Octubre

Tiny Desk Concert de Bomba Estéreo

Aunque tengo más de diez años sin escucharlo, cuando leo el track list del Full Moon Fever, de Tom Petty, puedo tararear cada una de las canciones. Esta sinestesia se debe a que es uno de los discos que formaron mi gusto. Tom Petty era una suerte de gateway drug a el rock sureño, a Bob Dylan y Jeff Lynne, sus compañeros en The Travelling Wilburys. Full Moon Fever fue el comeback de Tom Petty, pero para mi fue donde comenzó mi gusto por su música y, de alguna forma, donde comenzaron los 90s también.

Lowtide hizo un cover de Julia, el tema de Asylum Party, ligeramente adaptado al shoegaze de 2017.

Let’s Play Two es un documental que ocurre en la intersección entre los Cachorros de Chicago con Pearl Jam

Poppy Selling Man abre el lado de “rarezas” de la compilación Campfire Songs de 10,000 Maniacs. Tengo ese disco desde hace como diez años y lo escuche una vez o dos. Recordaba algunas cosas, como los covers de To Sir With Love y Starman, pero poco más. Por eso, cuando este tema cayó en el random de un sábado por la mañana me pregunté “who THE FUCK está tocando esa frase en el Hammond?” — terminé apreciando el disco entero mucho más que mi yo treinteañero.

 I get a little punchy with the vodka just like
My great uncle Valentine Jester did
But he had to deal with those people like you
Who made no goddamn common sense

The Day I Die, en el Sleep Well Beast, de The National, es un gran tema sobre una crisis matrimonial. Este disco de The National es un poco más agresivo que los anteriores y definitivamente el mejor de esta década.

En The King Of Tears, un episodio de Revisionist History, Malcolm Gladwell analiza las razones de porqué algunas canciones nos hacen llorar. Es brutal, una carta de amor a las canciones de amor.

 

Noviembre

A Deeper Understanding es el mejor disco de War On Drugs hasta ahora, lleno de atmósferas impecables que te llevan a mediados de los 80s. Algo que no te esperas con los primeros dos temas, pero que se consolida poco a poco, acelera en Nothing to Find y llega a In Chains convertido en un disco arrollador, digno de Don Henley o Springsteen circa 1985.

Hablando de Chains, encontré este video de Fleetwood Mac tocando The Chain en vivo. El intercambio entre Stevie Nicks y Buckingham es la manifestación perfecta de la catarsis implícita en The Chain, un tema sobre una ruptura compuesto e interpretado por una banda atormentada por los divorcios.

«Si no me amas ahora / no me amarás otra vez / aún puedo escucharte decir / que nunca romperás la cadena» — más allá de la obvia referencia a los votos matrimoniales, o las promesas de pareja, y la dualidad implícita en la cadena como vínculo y la cadena como castigo; la canción cierra con «La cadena / nos mantendrá juntos», la cadena es también una alusión a esa otra conexión, la única conexión que mantuvo unida a esta banda durante 15 años de odio: la música.

Sobre la interpretación, este comentario en YouTube lo resume mejor: «very good guitarist:? he’s playing WITHOUT A PICK! it takes a band 30 years to get a performance this great, she hates him, he hates her , they’re on more coke than the entire output of bolivia that year and its so dark and genius like a slam poetry competition with vey hugh stakes i live for this performance»

Siete años tenía sin oír el tercer homónimo de Caetano Veloso. Un acto consciente que tiene su raíz en mi calculado alejamiento de Latinoamérica y en la intuición de que mi castillo de naipes no estaba preparado para A Little More Blue o Maria Bethania.

Como las casualidades no existen, hace un par de días hablaba con Vicente sobre como uno reconfigura su relación con la policía cuando escapa Latinoamérica, sin recordar que estaba evocando la estampa central de London, London. Esta fue la idea que me sorprendió cuando ayer, un sábado lluvioso a comienzos de Noviembre, me di cuenta de que distraídamente había puesto a sonar este disco mientras desayunaba con mi hija mayor. Con un poco de suerte, nada de este disco tendrá mayor significado para ella, más allá de la música misma, lo único a lo que deberíamos prestarle atención mientras buscamos platillos voladores en el cielo.

Badass este video y canción de Honus Honus

Orlando me mandó esta sesión de Coke Studio con Ram Sampath. La cantante es kickass.

Diciembre

Lucky Girl, del Morningside, de Fazerdaze

Action Bronson continua su tendencia de rapear sobre los samples más funky del planeta. Cosa que queda evidenciada en La Luna, tema en el que canta sobre la música de espera de una compañía de taxis. Chairman’s Intent es mi tema favorito de Blue Chips 7000.

Velaskez yo soi guapa es quizás la mejor apropiación del trap para explicar historia.

El New Energy, de Four Tet, me suena mucho a un disco de música devocional Qawwali

No Fixed Destination, del Haiku From Zero, de Cut Copy, parece un tema de Morrissey de los 90s, pasado por el sentimiento de la música indie de comienzos de finales de los 2000s.

Utopia, de Björk, es lo opuesto a su melancólico, desgarrador, disco anterior. Es un disco sobre renacer, salpicado por cantos de aves, y de enamorarse. Me parece valiente que, a estas alturas, Björk pueda ser tan cándida con el amor adolescente: «When I spot someone who is same height as you / And goes to same record stores / I literally think I am five minutes away from love».

Utopia

 

En Rest, Charlotte Gainsbourg asume, por primera vez desde los 80s, las consecuencias de su herencia. Los primeros cinco temas —toda la cara A del disco— suena como si Jane Birkin se hubiese juntado con Giorgio Moroder o Claudio Simonetti, en 1979, para hacer el soundtrack de una película de terror italiana.

 

Plácido me pasó lo último de Jonathan Bree — You’re so cool

Los mejores momentos del Low In High School de Morrissey ocurren cuando te recomienda que te quedes en cama sin mirar las noticias, cuando grita Veee-neeee-zueeee-laaaa y cuando se pregunta dónde está ese lugar que llaman casa, «Hogar, ¿es solo una palabra? / ¿O es algo que llevas dentro? / Estoy feliz con tan solo estar aquí / Si alguna vez encuentro un hogar»

 

 

 

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Mi 2017 en cine — 2 de 2

Estas notas fueron escritas saliendo del cine / cerrando una ventana / apagando la tele, justo después de haber visto...

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