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10 años de panfletonegro

Cerca de la medianoche del sábado 17 de Julio de 1999, el primer número de panfletonegro (entonces Panfleto Negro) apareció en un subdirectorio del hospedaje de una empresa que amablemente me había patrocinado algunos Megabytes.

Como todos los primeros números de todas las primeras revistas, ese ahora adolecescente y vergonzoso debut fue, honestamente, un intento de autopublicación; pero manufacturado con todo el cuidado y la intención de que, eventualmente, uno o dos desconocidos usaran el rudimentario formulario de contacto para enviarme un texto antes de que se agotaran los míos y los de la familia.

Es así, por la necesidad práctica de ocupar centimetraje, como las primeras revistas se transforman en espacios de difusión. En este caso, formalmente una revista digital de libre participación, que buscaba difundir lo impublicable en papel.

Un poco más de un año después, gracias a la confianza, la cortesía, de cientos de ansiosos escritores en ciernes, dejé de publicar regularmente en panfletonegro. Para entonces, ya la revista salía religiosamente la primera semana de cada mes, tenía su propio dominio y hospedaje y era, accidentalmente, el lugar de facto para difundir tu obra si no tenías la calidad o el reconocimiento suficiente para salir en Letralia, Kalathos, o Ficcionbreve.

Es así como un anónimo que quería publicar unos poemitas, reconoce su puesto en la escala literaria y deja de escribir para convertirse en editor.

panfletonegro, 2.0

A partir del primer año de panfletonegro, comenzamos junto a esos extraños, a elaborar números temáticos. De allí salieron selecciones un tanto obvias como hembra y macho y otras menos evidentes, como ciudad y mar. En esa época inauguramos nuestras tres primeras columnas fijas: Cine, con la brutal honestidad de Sergio Monsalve, la erudita Música, de O, y la didáctica Libros, de Jesús Nieves Montero.

La edición digital es económicamente viable para extensos homenajes, por eso tuvimos la suerte de elaborar números sobre el 11 de Septiembre, Elmer Szabó, el deslave de Vargas, el Mayo francés, Hanni Ossott, el primer luto del 11 de Abril, el segundo luto del 11 de Abril, y la satanización de la disidencia en Venezuela, entre otros.

Fue durante esos años que vivimos nuestra primera época dorada. En panfletonegro sucedieron cinco columnas que, sin modestia ninguna, pienso que contribuyeron al hecho literario venezolano: Descontento, de Héctor Torres, Tedios, de Pedro Enrique Rodríguez, Punto de Fuga, de José Alexander Bustamente, Melancópolis, de Marcelo Seguel Bon, Confesionario, de Yadelcy Hamber Machado y Esquinero, de Adán Fulano. Cada una de estas columnas, en su forma inicial, probablemente no habrían aparecido en medios convencionales. Fue allí cuando la intención inicial de publicar lo que otros no publicarían se hizo realidad.

panfletonegro, 3.0

Al comienzo de su quinto año, panfletonegro era un pequeño nodo en la red que recibía alrededor de 200 colaboraciones mensuales. Muchas no eran publicadas a tiempo. Perdían su vigencia y eso definitivamente contradecía al espíritu fundacional del sitio. Por esa época también comencé a creer que la masificación del fenómeno de los blogs (que alcanzó su apogeo en 2004) más que proponer, exigía un cambio en la forma como se crea, difunde y consume la literatura. Fue a raíz de eso que panfletonegro ganó herramientas de participación y difusión, comenzando por los comentarios sin moderación y un feed RSS, y terminando en un sistema automatizado de registro y autopublicación, que elimina la necesidad de una persona que se dedique a «montar» los textos en el sitio.

Fue en ese último momento, casi siete años después de su inicio, que panfletonegro se convirtió verdaderamente en un sitio de difusión, anárquico y participativo, con libertad editorial absoluta.

Esa libertad para autopublicarse que ofrece panfletonegro es tierra fértil para la poesía espontánea, pero también la mediocridad y la difamación. A razón de una polémica por mes, no hemos escapado a ese peligro. Pero también es un Gedankenexperiment editorial y social. Es, a mi parecer, lo de que demanda o demandó la publicación en línea en la década de 00s: una forma orgánica y veloz de difundir y discutir ideas.

Gracias a ese sistema de autopublicación, panfletonegro se ha convertido en la memoria digital de muchos eventos sociales, culturales y políticos que han sucedido en los últimos años. Por eso, panfletonegro aparece entre los principales resultados indizados por Google –referencia necesaria en esta década– con respecto a estos temas. Fiel a nuestros principios, en esta versión de panfletonegro también quedó registrada –de una forma u otra– la partida de tres de nuestros grandes: Adriano González León, Elizabeth Schön y Eugenio Montejo.

Gracias a este esquema, hemos experimentado año tras año un incremento considerable en la cantidad de contenidos publicados. Como ejemplo práctico de la masificación del fenómeno web 2.0, es bastante probable que la cantidad de artículos publicados en este sitio en 2009 supere a la suma de los tres años anteriores.

En la época que escribo estas líneas (Julio, 2009), ningún otro invento de la humanidad brinda las capacidades de selección, edición y penetración selectiva que ofrecen Facebook y Twitter. Ambas herramientas se han convertido en los principales medios de difusión de contenidos, transformando a sus usuarios en compiladores/curadores/catalogadores inconscientes de todo el contenido de la red. En un escenario de sobrecarga de información, es más probable que leas un texto que recomiendan tus amigos, que inviertas tu tiempo en «navegar» y leer a anónimos con firma.

Y es así como un editor digital entiende que el papel de los editores ha cambiado para siempre y la literatura, así como el resto de los aspectos de la vida intelectual, quedarán atados a las redes sociales hasta el próximo gran y aterrador invento.

panfletonegro, 4.0

Celebrando 10 años, hoy 13 de Julio de 2009 estrenamos nuevo diseño y una nueva sección, «Destacados», en la que una mano invisible agregará artículos sobresalientes, bien sea por la cantidad de visitantes, comentarios, votaciones, o por su calidad literaria. «Destacados» es el experimento editorial que marca el inicio de una nueva etapa de panfletonegro.

10 años, 70 millones de hits, 2.981.523 visitantes, 5.917 artículos y 11.724 comentarios libres de spam después de ese primer número, quisiera agradecer a las personas que con sus contribuciones y visiones de mundo han forjado la identidad de panfletonegro: Alejandro Graziani, Daniel Pradilla, bf27, Otto e Irene, Kenneth Krstonosic, Vicente y Rosa Ana Orlando, Sergio Monsalve, Belkys Arredondo, Ximena Benitez, Franklin Fernández, Marcelo Seguel Bon, Beatriz Alicia García, Orlando Verde, Jesús Nieves Montero, Pedro Enrique Rodríguez, Héctor Torres, Jorge Gómez Jiménez, Luis Nouel, Tatiana Sledzinski, Ana Beatriz Corona, el Sr. Cobranza, la China, Enio Escauriza, Plácido Pignataro, Adán Fulano, Yadelcy Hamber Machado, John Manuel Silva, Artesca, Andreina Gutiérrez, Vicente Ulive-Schnell, Leo Felipe Campos, JJ, xLuis, Animus a Nemo, Parafrenia, Eduardo y Ana María, primeros suscriptores espontáneos, y por supuesto, a ti, lector anónimo. Gracias por impulsar a esta máquina.

-Daniel Pratt, ex-editor.

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