Mike Rowe, de la serie «Trabajo Sucio» de Discovery Channel, nos da una clase magistral no sólo sobre la importancia del trabajo (como dice la sinopsis de este video), sino también de cómo contar una historia con pasión y atrapar a tu audiencia.
Me parece acertado lo que dice cerca del final: vivimos en una sociedad que le rinde culto al anti-trabajo.
Cada vez que puedo –o me dejan–, hablo de Construção (1971), de Chico Buarque. Uno de los discos más importantes del pop latino. En especial, hablo sobre los primeros cuatro temas, el mejor lado A de toda la música brasilera:
En Deus lhe pague, Buarque se desliga de la bossa, la samba y monta el tema con un arreglo de orquesta. La canción parece ser una crítica frontal al régimen militar, hecha con sorna y mucho más amarga que la anterior Apesar de você.
Por ese pan de comer, por ese suelo para dormir.
Registro para nacer, concesión para reír.
Por dejarme respirar, por dejarme existir.
Dios le pague.
Pero no se queda allí. Luego nos enteramos de que los temas que trata (y que serán desarrollados posteriormente), son mucho más amplios.
Max Headroom era esta cabeza parlate, regular de MTV, que vendía New Coke (Catch the wave!) y tuvo una corta serie de televisión. Aunque era casi un niño, hace 20 años, sus maneras y opiniones me parecían obviamente exageradas. Hoy, en retrospectiva, resultan premonitorias.
The irony, of course, is that two decades on, Max wouldn’t stand out in a crowd (and not just because he has no legs). There are hundreds, maybe thousands, of heads-in-boxes today, each with just as many catchphrases — and just as few facts. With the hair and the hyperwhiteness, Fox News’ Beck is clearly the child of Max; he simply substitutes crocodile tears for neck-jerks when he tells us to “t-t-t-take our country back!”
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