El crack como arte

Si creciste durante los 80s y tuviste una C64 o una Apple II, seguramente viste algunas de estas pantallas miles de veces. En lo que alguna vez había sido la pantalla inicial de un juego, alguien había escrito «Brought to you by» y su alias, su nom-de-crack. 

Por alguna razón, esos programadores que rompían la protección contra copia de los juegos, modificaban las pantallas de inicio, o creaban nuevas obras, para «firmar» su trabajo.

Jason Scott se ha dedicado a recopilarlas y las exhibe en una galería personal.

No hay que estudiar psicología o historia del arte para entender por qué lo hacían. La ingeniería reversa siempre se considera como trampa, pero no debería dejar de ser admirable. Romper una protección contra copia es un trabajo muy difícil y sofisticado. Esas largas madrugadas de magia negra + anatomía + serendipia, sólo podían terminar en celebración.

Más allá de las connotaciones morales (o no) de romper la protección contra copia, me parece genial que los crackers hayan descubierto que la mejor forma de comunicarle al mundo sus capacidades para inhabilitar las medidas de protección de una obra, era intervenir el mismo trabajo que estaban violando.

De vez en cuando me pregunto qué será de la vida de estos genios (¿ociosos? ¿artistas? ¿bandoleros?) que, armados con un editor hex y un desensamblador, burlaban los sectores malos y los medios tracks. Sin duda, el hecho de que el mundo de la tecnología evolucionaba más lentamente antes de 1995, le dio a estos crackers una razón de peso para invertir unos días extras en inmortalización.

Recuerdo a algunos programadores de juegos de los 80s con cariño: Dani Bunten, Bill Budge, Al Lowe, Jordan Mechner, Will Wright… los recuerdo también con agradecimiento. Pero honestamente –y aquí reconozco las implicaciones de lo que voy a escribir– mi mayor reverencia es hacia esos piratas (¿artistas?) que hicieron lo necesario para que nosotros, hijos del tercer mundo, pudiésemos vivir realidades de 8 bits.

 

 

Bienvenidos a la víspera del invierno

Precedente 1

En los 70s, Brian Eno y Peter Schmidt jugaron con el concepto de las galletas de la fortuna para crear un oráculo de pensamiento lateral llamado las estrategias oblicuas.

Hoy podemos consultar las estrategias oblicuas gracias a la magia de la web. Los smartphones de alguna forma reviven el sentido original de estas tarjetas, al ofrecerte sabiduría en tu bolsillo para aquellos momentos de duda.

Precedente 2

Entiendo los libros de poesía como oráculos. Lugares a los que asistimos en búsqueda de ayuda.

 

Precedente 3

A comienzos de 2010 abandoné los libros físicos y me parece que los ebooks descargables están muy bien: sincronización automática de notas, email desde el libro, instapaper, flipboard. El kindle con su insuperable e-ink y un precio imbatible. El iPad con sus apabullantes hojas hiperrealistas. Existen muy buenas opciones.

Sin embargo, para crear y distribuir un ebook que sea agradable de leer todavía hacen falta una serie de conocimientos y herramientas que no todos los autores dominan, o quieren dominar. Consideremos por un momento que esto sucede en un mundo en el que existe Tumblr, Facebook y Twitter. Un mundo que aceptó hace años que todos tenemos derecho a publicar.

Entonces ¿Por qué sigue siendo tan difícil publicar un ebook?

Publicar un ebook debería ser tan sencillo como publicar un blog. Inclusive uno que emule a sus contrapartes físicos, como en el iPad.

 

Precedente 3.1

Es más, publicar un ebook y exponerlo a miles de ojos debería ser tan fácil como publicar un artículo en panfletonegro.

 

Precedente 4

Soy fanático de algunas practicas minimalistas. Como muchos otros, escribo usando un editor de texto plano y markdown. Uso textmate, pues me sirve también para programar. Nunca he usado Microsoft Word para escribir. Creo que un editor de texto que no esté disponible de inmediato, no sirve. Me tranquiliza la página en blanco, sin barra de menú. Me tranquiliza escribir sobre negro. Es una vuelta a la línea de comandos, o a Appleworks, el primer procesador de palabras que usé.

Ommwriter es un procesador de texto que pertenece a una amplia gama de programas que apuestan por el fullscreen, o la vuelta a esa época en la que trabajábamos en una sola cosa a la vez. Una tendencia inaugurada por WriteRoom para erradicar el ruido de Facebook , twitter, email, y las múltiples ventanas del navegador de internet.

 

Cómo se enlaza todo esto

Un día, hace meses, Plácido y yo intercambiábamos títulos de los poemarios que nunca escribiremos –como siempre– cuándo él dijo: «la víspera del invierno».

De inmediato, pensé en el fondo de Ommwriter.

Pensé en las estrategias oblicuas. Un lugar que ofreciese un poema aleatorio, una respuesta en cada visita. Pensé en un oráculo.

Luego… ¿por qué no hacer un sitio democrático como panfletonegro. Y ya que estamos en eso ¿por qué no agrupar los poemas en libros? ¿por qué no hacer ebooks? ¿Por qué no hacer ebooks que sean tan fáciles de publicar como un blog? ebooks con aspecto de libros físicos que pudiesen ser leídos en una PC o un tablet.

Y así fue como se completó la idea de una revista minimalista de poesía, que además tiene una biblioteca de ebooks. Fue así como llegamos a la víspera del invierno.

Además del sitio principal, Plácido decidió probar la plataforma publicando su poemario «el estuario de la congoja«. Un cuaderno de viajes de Lisboa.

También, le pedimos a Chicho Sandoval que nos regalara un libro. Escribió «Hostal Europa«.

Así que te invito a dar una vuelta por la víspera. Si quieres participar en la revista o aportar sugerencias, envíanos un mensaje usando el formulario de contacto.

 

18 de Octubre de 2011 – técnicas de promoción artística en redes sociales

Gracias a la cortesía de Rubén Martínez Santana, organizador del II Festival de Narració Oral de Barcelona Munt de Mots, el próximo martes 18 de Octubre de 2011 estaré coordinando la sesión «Internet para cuentacuentos – técnicas de promoción artística en redes sociales».

Las redes sociales han alterado las relaciones de poder y presencia en línea al convertir a todos sus usuarios en curadores de contenido. Este hecho nos ofrece a los pequeños autores y editores una gran oportunidad para ser leídos. Pero por otro lado, a medida que la gente deja de navegar y buscar en google para consumir contenido curado en redes sociales, éstas pueden convertirse en una muralla entre lo que escribes y el gran público.

Facebook congrega a alrededor de 70 millones de hispanoparlantes (Internet World Stats, Inside Facebook). El 16% del total de hispanoparlantes en el mundo. Considerando que la gran mayoría de estas personas viven en países del 3er mundo en el que los libros son artículos de lujo, las redes sociales se presentan como una oportunidad para capturar grupos más grandes de lectores.

¿Qué hacemos los pequeños artistas para promocionarnos en internet?

En esta sesión, quisiera que compartiéramos experiencias y tácticas que usamos los pequeños artistas para divulgar nuestro trabajo en las redes sociales. Revisaremos algunas herramientas específicas para incrementar nuestra exposición en redes sociales, cómo fabricar autoridad y presencia, cómo involucrar y retener a los lectores y cómo mejorar nuestro ranking en Google.

  • Dominio propio vs. servicio gratuito
  • Optimización de motores de búsqueda
  • Plugins para publicación automática en redes sociales
  • Tácticas para conseguir seguidores en twitter
  • Escritorios de medios sociales (Social media dashboards)

Biblioteca Sant Antoni-Joan Oliver

C. Comte Borrell, 44-46, T. 93 329 72 16. Barcelona
M: L3 Poble Sec, L2 Sant Antoni i bus: 20, 24, 37, 64 i 91

Martes 18 de Octubre de 2011 a las 19:00 h.

Cómo llegar